MAQUIAVELO, NICOLÁS
OBRAS ESCABROSAS.
Prólogo.
LA MANDRÁGORA.
EL PADRE ALBERICO.
LA CELESTINA.
EL ARCHIDIABLO BELFEGOR.
Estudio de contextualización: FANTASEANDO JAMÁS SE REPOSA: TRES MODELOS DE LECTURA PARA MAQUIAVELO ESCRITOR.
1. La actividad literaria de Maquiavelo.
1.1. La literatura como pretexto (de lo político imposible).
1.2. Maquiavelo poeta.
1.3. En torno a lo literario: más allá de castellucci, ghiribizzi y conietture.
2. Obras escabrosas.
2.1. La Mandrágora.
2.2. El Padre Alberico.
2.3. La Celestina.
2.4. El Archidiablo Belfegor.
Bajo el enunciado mágico de Obras Escabrosas, Cansinos selecciona cuatro trabajos maquiavélicos (de autoría contrastada o durante años atribuida) relativamente olvidados, que por su divertido ingenio evidencian la habilidad innata del segretario de la Signoria para seducir al lector de su tiempo y del nuestro. Y es que todavía hoy la fabuladora narrativa de Maquiavelo atrapa y es capaz de despertar la alegría frívola de quien se entregue a su lectura o presencie su representación teatral, sin renunciar al hondo sentido político de su argumentario. En estos trabajos es posible degustar la entremezcla de literatura, historia y política que se descuelga en toda la obra maquiavélica, así como traslucir el peso que -en el análisis del florentino- la imaginación (fantasía) ocupa en el pensar y el hacer de los hombres. Una fantasía o ghiribizzi que en última instancia se debe a que "gli uomini in universali iudacano più allí occhi che alle mani", y que en el cuento de Borges, El Aleph, se convierte en expresión viva del hiperrealismo que reclamará el postmoderno Baudrillar en su importantísimo Cultura y simulacro.