RODRÍGUEZ BRAUN, CARLOS
Al revés de lo que tantos cuentan, no vivimos en un mundo liberal, porque la intromisión del poder político en las vidas y los bienes de sus súbditos es considerable y creciente. No existió ninguna austeridad pública, y ningún supuesto neoliberalismo arrasó con el Estado, puesto que los gobernantes no bajaron el gasto y, en cambio subieron los impuestos y la deuda, es decir, justo lo contrario de lo que el liberalismo propugna. A esta usurpación, las autoridades sumaron un sinfín de regulaciones, controles y prohibiciones que limitan las libertades ciudadanas. En esta nueva entrega de sus Panfletos Liberales, Carlos Rodríguez Braun denuncia estos recortes de los derechos de la gente, y refuta los argumentos antiliberales lanzados desde diversas perspectivas, como la cultura, la política, el populismo, el nacionalismo, el socialismo, la moral, la religión o la economía. El liberalismo, al contrario del estatismo, ni es un recetario simple ni conforma un abanico de aspiraciones irrealizables. Apunta, eso sí, a la libertad, la responsabilidad y la dignidad de las mujeres y los hombres, que se han visto en los ú