QUICO ALSEDO
Susana Domínguez, con depresión y trastorno esquizoide, decide cambiar de sexo con quince años, se somete a una mastectomía y a una histerectomía, se arrepiente, y acaba convirtiéndose en el primer caso de reclamación de una trans operada contra el Estado. Eric Bermejo se suicida con treinta años, tras empezar una transición que creyó necesaria para arreglar una vida rota. Amelia, violada en su propia cama, se refugia en la idea de ser hombre para no sufrir más.
Estos son sólo algunos de los múltiples testimonios que el reportero Quique Alsedo ha reunido en el libro más completo y coral sobre la epidemia trans en España. Estas páginas desgarradoras denuncian la peligrosa nueva religión que está generando daños físicos y psicológicos irreparables en cada vez más jóvenes. Una que les ofrece la posibilidad de crearse a sí mismos, puesto que ser hombre o mujer depende de tus sentimientos y nadie puede decirte quién eres.
Alsedo entrelaza las vivencias personales de las víctimas de la cirugía y la hormonación y de sus familiares con las opiniones de expertos sanitarios y psiquiátricos, para mostrar que la avalancha de adolescentes que creen sufrir disforia de género responde eminentemente al contagio social en redes y foros de internet y al efecto llamada.
Detrás de estas historias hay trastornos adolescentes, problemas de inmadurez e inadaptación que, por culpa del erróneo enfoque de la nueva Ley Trans, no reciben asistencia psiquiátrica para no hacer sentir como enfermos a niños que realmente lo están. Y que probablemente llevarán a que el Estado tenga que hacer frente a indemnizaciones millonarias en el medio plazo.
Víctimas de lo trans es una llamada de atención para alertar de una ideología fanática que prescinde del criterio de los profesionales médicos, a quienes somete a una presión totalitaria, y que ha ido infectando el debate social, universitario, científico y político español.