CERCAS, JAVIER
He aquí una fascinante novela sin ficción saturada de ficción; la ficción no la pone el autor: la pone Enric Marco. Premio al Libro Europeo 2016. ¿Quién es Enric Marco? Un nonagenario barcelonés que se hizo pasar por superviviente de los campos nazis y que fue desenmascarado en mayo de 2005, después de presidir durante tres años la asociación española de los supervivientes, pronunciar centenares de conferencias, conceder decenas de entrevistas, recibir importantes distinciones y conmover en algún caso hasta las lágrimas a los parlamentarios españoles reunidos para rendir homenaje por vez primera a los republicanos deportados por el III Reich. El caso dio la vuelta al mundo y convirtió a Marco en el gran impostor y el gran maldito. Ahora, casi una década más tarde, Javier Cercas asedia, en este thriller hipnótico que es también un banquete con muchos platos -narración, crónica, ensayo, biografía y autobiografía-, el enigma del personaje, su verdad y sus falsedades y, a través de esa indagación que recorre casi un siglo de historia de España, bucea con una pasión de kamikaze y una honestidad desgarradora en lo más profundo de nosotros mismos: en nuestra infinita capacidad de autoengaño, en nuestro conformismo y nuestras mentiras, en nuestra sed insaciable de afecto, en nuestras necesidades contrapuestas de ficción y de realidad, en las zonas más dolorosas de nuestro pasado reciente. El resultado es un libro que no habla de Enric Marco sino de usted, lector; también el libro más insumiso y radical de Javier Cercas: un libro asombroso que, con una audacia inédita, ensancha los límites del género novelesco y explora las últimas fronteras de nuestra humanidad. Novela multi galardonada: En Italia: * Premio El Ceppo di Pistoia * Premio de Pordenone «La storia in un romanzo» En Pekín: * Premio a la Mejor Novela Extranjera del Año En España: * Premio «Arzobispo Juan San Clemente» Reseña:
«La ficción ha sustituido a la realidad en el mundo que vivimos y los mediocres personajes del mundo real no nos interesan. Los fabuladores, sí.»
Mario Vargas Llosa