TRISTANTE, JERÓNIMO
Un robo espectacular. Una maniobra de distracción impecable. Un tesoro nacional en peligro. Un país al borde de la quiebra. Un reto inesperado.
Un caso para el mejor detective español de todos los tiempos. Víctor Ros se ha tomado unas vacaciones después de un caso que casi le cuesta la vida. Pero el crimen nunca cesa y, de nuevo, la Brigada Metropolitana de Madrid requiere sus servicios. El Banco de España ha sufrido un intento de robo, pero solo era una maniobra de distracción mientras se cometía el auténtico delito: la sustracción de las dos terceras partes del tesoro nacional en lingotes de oro que se encontraba en otro bando de la capital. La única pista con la que cuentan es el nombre que pronuncia uno de los asaltantes del Banco de España antes de morir: Aldanza. Ros es el único que da crédito a este testimonio, ya que ve en esta gran puesta en escena la impronta del criminal Aldanza, al que todos consideran muerto. Una serie de pistas señalan Londres como el lugar dónde encontrará al sospechoso y, en consecuencia, el oro. Pero las cosas no son fáciles para nuestro protagonista; una sombra del pasado intentará acabar con su vida aprovechando las distracciones del caso. Lo que no esperaba Ros es contar con la ayuda de todo un mito de la historia del siglo XIX: su admirado y célebre Sherlock Holmes.