PÉREZ PÉREZ, ANTONIO
Las expectativas creadas a finales del siglo XVIII en las provincias españolas de Ultramar ante las noticias llegadas de la metrópoli que pregonaban un nuevo método preventivo frente a las viruelas, más efectivo y menos lesivo que la inoculación e ideado por un desconocido cirujano llamado Edward Jenner, despertaron en aquellas unas esperanzas difícilmente imaginables.
En esta forma, la clase médica y política hispanas fomentaron diferentes iniciativas encaminadas a su consecución y propagación mucho antes que Carlos IV sufragara la Real Expedición filantrópica de la vacuna.
Precisamente, esta publicación está destinada a dar a conocer los intentos realizados y aún no suficientemente estudiados a fin de obtener y propagar la vacuna en esos territorios principalmente por parte de cirujanos de la Armada española, antes de la llegada, el nueve de febrero de 1804, de la citada Expedición al Nuevo continente.
No por ello pretendemos restar valor a la epopeya histórico-médica protagonizada por Francisco Javier de Balmis y los expedicionarios a sus órdenes pero si rescatar del olvido los nombres de aquellos otros facultativos que, anteponiéndose al viaje capitaneado por el citado galeno alicantino, lograron o colaboraron en su introducción y propagación en diferentes lugares de Ultramar.