ROJAS, RAFAEL
Recién estrenado el siglo XIX, una ola revolucionaria cubrió la faz de lo que hoy conocemos como América Latina. Primer Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco. Desde la Patagonia hasta el norte de México la primera generación republicana encabezó la guerra de independencia contra España, defendió la autonomía de los reinos de Ultramar en las Cortes de Cádiz e intervino en la edificación constitucional y política de los nuevos Estados entre 1810 y 1830. El predominio de este primer republicanismo, como corriente intelectual y política, se mantuvo hasta 1848, cuando se producen cambios importantes dentro de los nuevos países y en sus relaciones con Estados Unidos y Europa. Rafael Rojas propone una aproximación de conjunto a los fundadores de las nacientes repúblicas hispanoamericanas desde la perspectiva de la historia intelectual. A través de ocho ejemplos de letrados y estadistas que intervinieron de manera protagónica -los caraqueños Simón Bolívar y Andrés Bello, los mexicanos fray Servando Teresa de Mier y Lorenzo de Zavala, los cubanos Félix Varela y José María Heredia, el peruano Manuel Lorenzo de Vidaurre y el guayaquileño Vicente Rocafuerte-, aborda aspectos como el discurso sobre la comunidad antes de los nacionalismos, la escritura y la enseñanza de la historia, las narrativas fronterizas de hispanoamericanos sobre Estados Unidos y de estadounidenses sobre Hispanoamérica, el papel comunicador de ciudades portuarias como Filadelfia y Nueva Orleans, los reflujos de la Ilustración, el cesarismo constitucional y la melancolía de los caudillos. El desenlace de este periodo de conflicto estuvo marcado por el desencanto nacido de la tensión entre las utopías de los primeros republicanos y una compleja realidad determinada por la heterogeneidad cultural; la desigualdad social, los poderes locales y los caudillajes surgidos de la gesta revolucionaria. Sus efectos aún se sienten en la primera década del siglo XXI, interrogando el sentido fundacional de aquella gesta.